Cuando el discurso de la calidad
y la mejora de los resultados escolares imperan en el día a día del centro, al
político y al inspector de turno se les puede escapar –dado lo complicado de su
trabajo- que una enseñanza de calidad integral se consigue también desde los
pequeños detalles con los más pequeños del centro.
Así es. Desde hace un tiempo,
parece que las decisiones políticas y organizacionales de la consejería de
educación están por encima del desarrollo integral del alumnado. Una muestra es
la decisión de decapitar el tan importante periodo de adaptación que se les
hace a los niños y niñas que por primera vez pisan el colegio. Un periodo de
adaptación que influye en el posterior desarrollo del niño/a y en las
relaciones que éste establecerá en el futuro con el resto de la comunidad
educativa.
Mientras mis compañeros y
compañeras que trabajan en 3 años están en estos días desesperados y el arañar
algunos votos está por encima de la enseñanza de calidad, pululan por la red
documentos de peso que abogan por la importancia –sin discusión- de desarrollar
periodos de adaptación en educación infantil. Os dejo AQUÍ una muestra.
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