Por la importancia que tiene
la organización del centro para la consecución de los fines educativos del
mismo, se hace primordial en nuestros días, dadas las necesidades actuales y el
contexto de cambio que se da en nuestras sociedades, que la organización
escolar se adecue a estos momentos de cambio.
Para la autora Martín-Moreno
Cerrillo (2007, p. 38) la sociedad actual requiere de organizaciones escolares
mucho más flexibles y dinámicas. Se está demandando en la actualidad un nuevo
tipo de centro educativo, polivalente y adaptable donde la organización
escolar sea un proceso no un resultado.
Esto está conduciendo a un
abandono progresivo de la organización del centro excesivamente uniforme de
influencia taylorista por ser inadecuado para las necesidades actuales. De ahí
que la autora se centre en y desarrolle, lo que denomina “Centro Educativo
Versátil”, un modelo que responde adecuadamente tanto a las actuales
necesidades de nuestra sociedad, como a los retos planteados por la emergente
sociedad del conocimiento y del aprendizaje.
En palabras de esta autora (2007,
p. 38):
He denominado centro
educativo versátil a aquella institución educativa cuya estructura organizativa
no ha sido establecida con carácter definitivo y permanente, sino que se ha previsto
con la suficiente flexibilidad como para permitir posibilidades de cambio y
reorientación de parte o de la totalidad de sus fórmulas organizativas, en
función de las necesidades de los modelos socioeducativos que se pretenda
desarrollar en cada caso.
Los parámetros del centro
educativo versátil son:
1) Los
diseños curriculares diferenciados (hacia los “currícula a la carta”).
2) La
metodología dirigida a la enseñanza individualizada.
3) La
evaluación continua.
4) Los
agrupamientos muy flexibles del alumnado.
5) La
enseñanza del profesorado en equipo.
6) El
incremento de recursos materiales para el aprendizaje.
7) La
diversificación del espacio escolar.
8) La
atención a la variabilidad de los ritmos escolares.
9) La
disciplina basada en los niveles de convivencia social y de realización
escolar.
10) La
toma de decisiones institucionales colegiada.
11) El
incremento de las relaciones con su entorno.
Para la autora el centro
educativo que reclama la sociedad del conocimiento debe tener flexibilidad
(estar abierto a reorganizaciones posibles con la frecuencia requerida),
adaptabilidad (posibilita, en caso necesario, configurar de diferente modo las
dimensiones de su estructura organizativa), polivalencia (ofrece las máximas
oportunidades de utilización organizativa en función de los diseños didácticos
y de las necesidades de su entorno), y compatibilidad entre fórmulas
organizativas diferentes.
Pero también existen dos
dificultades para estructurar este tipo de centro que hacen un proceso lento de
cambio: la resistencia pasiva a todo tipo de innovación educativa desde el
interior y el exterior del centro, y que cada centro según su entidad y
contexto debe buscar su propia fórmula de organización (Martín-Moreno Cerrillo,
2007, p. 46).
Desde la lectura de las ideas fascinantes de esta autora, surge nuestro interrogante: ¿estamos preparados en los centros para dar el salto a la organización versátil que se propone o preferimos la estabilidad de una organización escolar del siglo pasado?
BIBLIOGRAFÍA:
MARTÍN-MORENO
CERRILLO, Q. (2007). Organización y dirección de
centros educativos innovadores. El centro educativo versátil. Madrid: Editorial McGraw-Hill.
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